Érase dos veces dos cerditos y una cerdita. Y un lobo que esta vez no soplará y soplará pero unos cuantos prejuicios sí derribará. En esta versión, el lobo, lejos de hacer daño a los cerditos, quiere avisarles de lo fuerte que sopla el viento en el bosque. Pero ellos huyen siempre despavoridos y no le dejan explicarse. Perfecto para trabajar los prejuicios y los estereotipos de género.
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